jueves, 2 de febrero de 2017

El elefante se esfumaba por la lanza

y no me había dado cuenta.
Me tiraban de las orejas y me gritaban "¡aterriza!"
Y yo, dejaba atrás las nubes y ponía los pies en el suelo,
Y yo, a escondidas, siempre, en mis pensamientos
volaba,
y volaba, ya casi los podía tocar,
iba a llegar hasta mis sueños, iba a llegar volando.
Y yo, ¡oh!, estaba tan y tan cerca...
Ahí estaban los atrapa-sueños,
que más que atrapar a mis pesadillas,
les daban libre libertad.
y yo, ahora las tengo delante, con sus ojos clavados en los míos,
con desprecio, con vergüenza.
Me lanzaban miradas, miradas como lanzas.
La noche empezó y la oscuridad me tragó.
Quizá tenía complejo de Dumbo,
y yo, no me había dado cuenta.

martes, 17 de enero de 2017

Enlace iónico

Os voy a hablar de la la señorita Iode y de nuestra historia. No os penséis que este relato va a ser muy largo, pues lo nuestro no fue un amor imposible de tragedia griega. Esto fue y es real, la cosa más bonita que me pudo llegar a pasar, a pesar de todos los obstáculos..., a pesar de que yo viviera en la otra punta de la ciudad, en el barrio pobre, y ella oliera a Chanel nº53. Me completa. Mejor dicho nos completamos, porque si estamos juntos lo tenemos todo.





sábado, 7 de enero de 2017

Las desgracias no nacen tristes

Vivo loca por la poesía. La adoro, pues soy una persona muy positiva, y ella siempre es positiva, hasta en los versos más tristes, porque la poesía nace de las desgracias, y las desgracias no nacen bellas, las covierte mi amada, las transforma en bonitos letras y frases.

Dos días

La vida son dos días. A veces un poquito más, a veces un poquito menos. Vive, pero no vivas como si te fueras a morir mañana, vive como si te hubieras muerto ayer. Vive sintiendo, con los sentimientos a flor de piel. Llora, ríe, vuelve a llorar. Aver si algún día me aplico el cuento y hago que dejen de repetírmelo. Y que sea pronto, que la vida son dos días.

Demasiados te quieros

Nunca lo ví. No hubo ningún "te quiero" que sintieras de verdad, aunque tú misma quisieras creértelo. Eres tan efímera... vida mía, como una flor de primavera. Ahora he empezado ha entender muchas cosas, como que te quieres a tí misma lo mismo que me querías a mí. Te quieres tan poco, que no fuiste capaz de anteponer tu felicidad a la mía.

Covarde.

Pero yo aún sigo esperándote.

viernes, 2 de diciembre de 2016

Gracias

Te quiero de mil y una maneras diferentes, con tus pros y con tus peros: en los días en que estás al lado... tan lejos de mí, hasta cuando te odio. Te quiero, te quiero dar las gracias por tropecientos mil besos que aún puedo sentir en mi cara. Minuto de silencio por el que no nos dimos. No por ti. Tu aún estás conmigo. Hasta el día que no te quiera, que será mi muerte.